Se oía el suave repicar de la lluvia sobre el tejado de la casa...
La sala vacía era demostración de la soledad de aquel lugar que tiempo atrás fue hogar de niños jugando alegres con la inocencia pintando en su rostro. El eco del vació se oía por la habitaciones que un día fueron guaridas deponentes, presentes en noche de pijamas y juegos con aviones... ya lo unico que quedaba era el vacante de una infancia en aquellas paredes testigo mudo de una felicidad pasajera, ahora solo sombras con una sonrisa olvidada...
La sala vacía era demostración de la soledad de aquel lugar que tiempo atrás fue hogar de niños jugando alegres con la inocencia pintando en su rostro. El eco del vació se oía por la habitaciones que un día fueron guaridas deponentes, presentes en noche de pijamas y juegos con aviones... ya lo unico que quedaba era el vacante de una infancia en aquellas paredes testigo mudo de una felicidad pasajera, ahora solo sombras con una sonrisa olvidada...
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